Por Nelson Lombana Silva
La situación de los presos políticos hacinados en la cárcel Picaleña de la ciudad de Ibagué, Tolima, es alarmante. La planta física tiene cuatro pisos y existe un solo baño para el patio ocho, por ejemplo, lo que genera dificultades para el aseo y las necesidades fisiológicas.
El drama mayor es para los discapacitados que tienen que subir o bajar pero con la ayuda de los compañeros. Además, los detenidos que tienen problemas con la próstata, el recorrido de subir y bajar son complejos y permanentes durante el día y la noche.
El patio ocho, donde se supone, están los presos políticos tal no existe en realidad, porque según denuncian los compañeros políticos, allí hay de todo, mezclados. Las dificultades económicas de sus familiares, impiden satisfacer los más elementales derechos de los detenidos, no tienen papel higiénico, cepillos, cremas dentales, etc. La situación es bien dramática, exponen los detenidos.
Pero lo más grave es la forma como algunos miembros del Inpec actúan con los detenidos; les ofrecen celdas "especiales" a un millón o más de pesos, a los 15 días o al mes, allanan el aposento y simulando encontrar cosas mandan al detenido al calabozo y ellos entregan la celda a otro con el mismo procedimiento.
El grado de corrupción es extremo, denuncian los detenidos e incluso, personas que van con alguna frecuencia a visitarlos.
Hay detenidos que llevan meses y años, no obstante, aún no les han resuelto su situación y permanecen prisioneros en las mazmorras oprobiosas del régimen capitalista, en clara violación de los derechos humanos e incluso, las normas constitucionales, porque mientras la constitución dice que toda persona es inocente hasta tanto sea vencida en juicio, en muchos casos, detienen a las personas largo tiempo. Pagan sin deber nada.
Pero también está el problema de los reinsertados que tienen que inventar montajes para justificar los positivos. Muchos compañeros están detenidos por este concepto en esta penitenciaría, según relato de los presos políticos.
Esa es la otra realidad que los medios masivos no muestran, tapan, ignoran, pero que es una realidad latente en la que ningún revolucionario esta exento de un montaje como los que suele levantarse en la época oscura de la seguridad democrática y estado comunitaria de don Uribe Vélez.
Ibagué, julio 15 de 2008
La situación de los presos políticos hacinados en la cárcel Picaleña de la ciudad de Ibagué, Tolima, es alarmante. La planta física tiene cuatro pisos y existe un solo baño para el patio ocho, por ejemplo, lo que genera dificultades para el aseo y las necesidades fisiológicas.
El drama mayor es para los discapacitados que tienen que subir o bajar pero con la ayuda de los compañeros. Además, los detenidos que tienen problemas con la próstata, el recorrido de subir y bajar son complejos y permanentes durante el día y la noche.
El patio ocho, donde se supone, están los presos políticos tal no existe en realidad, porque según denuncian los compañeros políticos, allí hay de todo, mezclados. Las dificultades económicas de sus familiares, impiden satisfacer los más elementales derechos de los detenidos, no tienen papel higiénico, cepillos, cremas dentales, etc. La situación es bien dramática, exponen los detenidos.
Pero lo más grave es la forma como algunos miembros del Inpec actúan con los detenidos; les ofrecen celdas "especiales" a un millón o más de pesos, a los 15 días o al mes, allanan el aposento y simulando encontrar cosas mandan al detenido al calabozo y ellos entregan la celda a otro con el mismo procedimiento.
El grado de corrupción es extremo, denuncian los detenidos e incluso, personas que van con alguna frecuencia a visitarlos.
Hay detenidos que llevan meses y años, no obstante, aún no les han resuelto su situación y permanecen prisioneros en las mazmorras oprobiosas del régimen capitalista, en clara violación de los derechos humanos e incluso, las normas constitucionales, porque mientras la constitución dice que toda persona es inocente hasta tanto sea vencida en juicio, en muchos casos, detienen a las personas largo tiempo. Pagan sin deber nada.
Pero también está el problema de los reinsertados que tienen que inventar montajes para justificar los positivos. Muchos compañeros están detenidos por este concepto en esta penitenciaría, según relato de los presos políticos.
Esa es la otra realidad que los medios masivos no muestran, tapan, ignoran, pero que es una realidad latente en la que ningún revolucionario esta exento de un montaje como los que suele levantarse en la época oscura de la seguridad democrática y estado comunitaria de don Uribe Vélez.
Ibagué, julio 15 de 2008
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