jueves, 7 de marzo de 2013

La paz tiene rostro de mujer

Por: Magnolia Agudelo

Responsable Nacional del Dpto

Nacional de Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual

Partido Comunista Colombiano

Separata 8 de marzo. VOZ

En la separata, dedicada al día Internacional por los derechos de las mujeres, hace un año planteábamos que: “las mujeres son hoy la esperanza para fomentar un gran movimiento social y político que sensibilice a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional, para que el Estado abra las compuertas a la paz con justicia social, pues por parte de la insurgencia se ha demostrado voluntad política, dando pasos importantes hacia este objetivo; ante esta situación el movimiento social de mujeres debe dinamizar sus iniciativas y confluir con el grueso del movimiento popular para crear el ambiente que posibilite este acercamiento”. Pues bien hoy podemos registrar con alborozo que después de 8 años donde las fuerzas más reaccionarias se negaron a esta opción, hoy se vuelve a poner en primer plano la posibilidad de avanzar en la consolidación del proceso paz con la instalación de la mesa de diálogos en la Habana, entre el Gobierno y la insurgencia de las FARC EP; paso que ha tenido la aceptación de un gran porcentaje de las masas desposeídas del pueblo colombiano que ven como alternativa real la consolidación del proceso de diálogos que nos lleven a una paz duradera.


Sin duda esta alternativa tiene sus enemigos, lo que explica la raigambre reaccionaria de la clase política colombiana que históricamente se han opuesto a salidas democráticas y soberanas. Lo que nos exige mucho ingenio y amplitud en aras de “juntar todas las rebeldías” como lo planteara nuestro XXI Congreso y como también lo hemos trazado  en estas páginas “para avanzar en una propuesta hacia la salida política, invitábamos a todas las organizaciones sociales y de mujeres a reflexionar sobre el conflicto colombiano y sus posibles alternativas de solución; y a convocar una mesa de trabajo donde confluyera el movimiento de mujeres para  tomar partido por la paz con justicia social…”  sin duda las mujeres estamos cumpliendo la tarea, es así que al calor de la mesa de diálogo se constituyó MUJERES POR LA PAZ con el único objetivo de contribuir en el fortalecimiento del proceso y animar a la sociedad colombiana, en especial a las mujeres con el convencimiento que de la movilización social y popular depende el éxito del proceso. 

Por eso sin sectarismos, con creatividad y generosidad hoy confluyen en este espacio alrededor de 100 organizaciones de mujeres que ya tuvieron su prueba de fuego en el primer Encuentro Nacional de Mujeres por la Paz en el mes de diciembre, donde se le apostó a las constituyentes por la paz y a bajar esta discusión a todos los rincones de la patria, Mujeres por la Paz  participa en la ruta social común por la paz, tiene iniciativas regionales, entre otros espacios; hoy asume el reto de movilizar a las mujeres de todos los rincones de Colombia promoviendo la paz, con democracia y justicia social.
Desde esta perspectiva el 9 de abril se constituye no sólo en un referente histórico de la rebeldía popular, si no en el reto de las mujeres y la sociedad colombiana para tejer confianzas y ampliar una agenda que permita discutir las causas que generaron el conflicto, como también el modelo económico que tiene sumido en la miseria al pueblo colombiano. Otro aspecto trascendental es presionar por la ampliación de la mesa a las otras organizaciones insurgentes (ELN, EPL), y un cese del fuego bilateral.


Capitulo especial merece la preparación del Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres por la Dignidad y la Paz a realizarse del 26 al 29 de abril en Florencia Caquetá, cuna de la resistencia y donde fue precisamente una mujer la fundadora de nuestro partido.

Es menester que todas y todos apoyemos esta importante iniciativa, garantizando nuestra presencia con delegaciones de las diferentes regiones del país, en donde estén representadas trabajadoras, campesinas, amas de casa, artistas, educadoras, en fin todas las alfareras de la vida, que desde su perspectiva aporten y enriquezca el debate en las diferentes mesas de trabajo, mostrando nuestro apoyo decidido a los diálogos, colocando toda nuestra energía vital al servicio de la paz con justicia social.


LAS PEQUEÑAS GRANDES REIVINDICACIONES EN LA LUCHA DE NUESTRAS MUJERES

Por: Francy Franco.PCC Bogotá


Este 8 de Marzo día en que conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, las mujeres comunistas queremos exaltar en el cuerpo y la voz de nuestras militantes y amigas, las historias de vidas que han contribuido de múltiples maneras a enaltecer los contenidos emancipadores y transformadores del proyecto comunista. Concebimos que a lo largo de la vida de cada mujer se realiza una lucha que en mayor o menor escala contribuye al horizonte de otra humanidad posible, un horizonte en el que el patriarcado no sea más el referente del relacionamiento de humanos, y por tanto la opresión y la dominación puedan ser pensadas como una historia para no repetir. Una historia que construyamos pensando en una PAZ digna y posible. Una PAZ con justicia social para todos y todas.


Presentamos para esta corta y larga historia, la semblanza de vida de algunas de las camaradas y amigas, así como algunas de sus reflexiones en relación de cómo se comprenden mujer revolucionaria, y como se piensan el país deseado, una perspectiva tan valiosa que nos ayuda a comprender el pasado, nuestro presente, pero por sobre todo los retos para poder seguir soñando con un futuro de revolución, socialismo y libertad, desde la especial mirada de las mujeres y de uno de los aportes más sistemáticos a la perspectiva emancipadora: El Feminismo Marxista.


Para nosotras las mujeres comunistas, que construimos partido a lo largo de estos 80 años de historia, vemos con entusiasmo el transito que hemos realizado de Área de Mujer y Géneros a la reciente creación del Dpto. Nacional de Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual del Partido Comunista Colombiano, como un reconocimiento a una necesidad política profunda del PCC de llenar de múltiples y creadores contenidos la lucha revolucionaria, este hecho nos da la certeza, que las vidas de las mujeres que han transitado por las historias no contadas, construyen en las pequeñas y grandes batallas la posibilidad de la libertad y de la realización…..una realización feminista, una realización socialista……..


Camarada Inés Mujica. Militante comunista desde la cuna, la camarada Inesita, se ha destacado por Su lucha como maestra y sindicalista de base, madre y en los últimos años dedicada al activismo de la lucha de las mujeres.


Hoy hace parte del Dpto Nacional de Mujeres, Géneros  y Diversidad Sexual, y es una de sus más destacadas activistas.

La camarada Inés siempre nos recuerda que tememos mucho que aprender, que no importa la edad, si estamos dispuestos a aprender. Escuchar es la clave.
                 

"La mujer siempre ha reivindicado la paz,
la mujer siempre ha luchado por la paz.
Las mujeres podemos llegar a hacer la paz,
podemos ser más abanderadas de la paz, porque la necesitamos."


Camarada Heidy Sánchez.

Juventud Comunista Colombiana

La camarada fue recientemente responsabilizada de la secretaria política del regional Hernando González Acosta de la JUCO Bogotá. Abogada de profesión, esta joven mujer contribuye con su entusiasmo y creatividad a la consolidación de un proceso juvenil en el distrito capital en aras de la PAZ y la realización del X Festival Nacional de la Juventud. Como joven mujer expresa toda una esperanza de renovación de cuadros y posicionamiento político de las mujeres.


Camarada Diva Prieto. Descatada militante comunista, ejemplo de vida militante, la camarada hace parte del Equipo Distrital de Solidaridad con los Prisioneros y Prisioneras Politicas. Defensora de los derechos humanos y digno ejemplo de perseverancia y responsabilidad en el perfilamiento material de la camaradería. La camarada Diva es una historia de fuerza, coraje en la lucha y esperanza en el devenir de la lucha social y política.


Camarada Ana Castellanos


Anita, como cariñosamente la nombramos los y las camaradas es una dirigente viviendista, fundadora del Barrio Policarpa, emblemática mujer, expresión de la lucha, el amor y la resistencia, subsistió al periodo de violencia de los cincuentas, al genocidio de los 80´s y 90´s, y la expresión viviente del compromiso con la revolución hasta sus últimas consecuencias. A Anita la oímos referirse en los siguientes términos a la lucha revolucionaria: "La mujer comunista debe destacarse en su capacidad, en su sencillez, en su comprensión y en su decisión por encima de todo."


"La paz no es fácil, no se puede conseguir solamente con deseos… ¡hay que conseguirla también con decisión!" "A la cabeza las mujeres han estado en todos los procesos, tanto legales como ilegales, en esa búsqueda de la unidad y en esa búsqueda de la paz


Camarada Adela Dimas 

 
Dirigente del Barrio Policarpa, activista sindical, y leal militante del PCC, responsable por muchos años de la dirección política del PCC en Bogotá. Convencida activista del movimiento popular. “El Barrio Policarpa es la expresión más completa de la lucha y la unidad de los sectores populares, con la presencia de la clase obrera, del movimiento estudiantil y universitario, la recia presencia de las mujeres y los niños, con el importante aporte de la intelectualidad progresista y personalidades democráticas”.



Natalia Moreno. Juventud Comunista RHGA.


La camarada Natalia milita en la JUCO, de la localidad de Usaquén, de familia comunista, nació con una discapacidad llamada artroliposis múltiple congénita, esta discapacidad afecta los músculos y los huesos, es como una degeneración.  Estudia Comunicación Social en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD.


In memoriam…
                                                                            

Pagina 2 de la Separata

8 DE MARZO, Una reflexión necesaria, Un horizonte de Reivindicación

Por: EMELID MORALES VELÁSQUEZ.

Licenciada en Ciencias Sociales.

Psicóloga en formación de la UNAD.


Casi siempre, cuando no comprendemos las profundas implicaciones de los desarrollos históricos solemos desconocer, desvirtuar o trivializar lo que significan las ganancias de las luchas de los pueblos, y dejamos que todo quede reducido al uso instrumental que le da el capitalismo a nuestra propia existencia, a nuestras reivindicaciones, a nuestra vida, es decir terminamos convertidos y convertidas – especialmente la lucha de las mujeres- en simples mercancías.


El 8 de marzo no ha escapado a este fenómeno, es por ello es que en muchas sociedades, pero especialmente en las latinoamericanas por nuestro consabido cristianismo, se utiliza esta fecha histórica de reivindicación de las mujeres trabajadoras, como una oportunidad de reafirmar condiciones de subordinación que históricamente se ha impuesto sobre las mujeres, una minoría de edad perse, la reafirmación para la validación femenina de una fragilidad funcional a los intereses patriarcales, y especialmente un carácter de sacrificio que se solicita a todas las mujeres para el éxito de los proyectos de los hombres. Se usa entonces nuestra conmemoración para cubrir con velos de reconocimiento formal las demandas de las mujeres. Es así que vemos desfilar cual procesión de fe a la virgen María, rosas, serenatas, poemas y discursos de hombres que siguen hablándole a hombres, algunos hablan de nuestra homogenizada belleza – por cierto una belleza occidental-, al tiempo que ratifican que el lenguaje de reconocimiento a la existencia de lo femenino es una mera formalidad, que las mujeres ya son libres, porque accedieron al voto, definen si se quieren casar o no y pueden leer, escribir y trabajar fuera de su hogar. En algunas ocasiones parecieran enunciar que estas históricas conquistas de las mujeres son dadivas otorgadas por el mismo sistema patriarcal.


Por ello, cuando se avecina otro 8 de marzo, que las mujeres comprendemos como un momento para reflexionarnos, valorar el proceso de nuestras luchas y proyectar una sociedad que se estructure desde la posición crítica que hemos construido las mujeres sobre el poder, las formas de relacionamiento y nuestras propias ataduras, no podemos más que levantar un grito de reivindicación de nuestra historia, un llamado a la memoria, una búsqueda subversiva de nuestro propia configuración de mujeres


En este contexto, éste 8 de Marzo, recordamos, reivindicamos y exaltamos mujeres que han logrado materializar giros en la historia, con sus vidas y las vidas de otras que la invisibilizacion logro marginar, expresan esta búsqueda de emancipación en cada tiempo, en cada proceso histórico de la humanidad, en unas sociedades que hemos deseado, pero por sobre todo hemos trabajado para cambiar, reivindicamos así a mujeres tan valiosas como Flora Tristán, Mary Wollstonecraft, Olimpia de Gouges, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Violeta Parra, y a los miles de rostros anónimos de las primeras mujeres en plantear y exigir la igualdad de géneros, cuando la condición de las mujeres era similar a la de los esclavos, cuando los pensadores y defensores de los “Derechos Universales de los Hombres” nos veían como seres inferiores, por lo que nos destinaban a la servidumbre, labores domesticas y por supuesto a la satisfacción de los apetitos sexuales de los señores. “No hay otra alternativa para las mujeres que la de ser amas de casa o prostitutas”. (Pierre-Joseph Proudhon, 1809-1864).


Queremos también recordar quienes querían que fuéramos las mujeres en el naciente capitalismo industrial, un sistema que tuvo la astucia de incorporarnos al trabajo salarial para aumentar su ganancia, con nuestra sobreexplotación –las mujeres ya sosteníamos la producción capitalista, y la reproducíamos con el trabajo no remunerado que mantenía estable la mano obrera-, fuimos obligadas a  trabajar  hasta 16 horas diarias, viviendo en las fabricas, bajo hacinamiento y entre ratas; enfermábamos y moríamos por falta de atención médica, prohibiéndose el ejercicio de la maternidad por lo que las mujeres ocultaban sus embarazos y parían entre cajas, y en muchos casos debían regalar o abandonar sus hijos. En medio de este ambiente tan hostil para la mujer, en una sociedad que las desconocía y las subvaloraba, nuestras heroínas se atrevieron a decir, y sustentar con las mismas leyes hechas por los hombres que su sistema era injusto al desconocer nuestros derechos, no solamente políticos sino humanos.


Colombia fue uno de los últimos países latinoamericano donde se le permito votar a las mujeres (1957) hasta esta época el Código Penal de 1887, nos asemejaba a interdictos mentales (locos), por lo que no heredábamos, ni siquiera podíamos escoger nuestras amistades.


La historia de la humanidad está preñada de innumerables vejaciones contra la mujer. Por eso el 8  de marzo, producto de nuestras luchas, no es un regalo de los hombres o de la sociedad patriarcal, NO, es nuestro propio reconocimiento, nuestra propia historia condensada en un día que nos ilumina cual faro en contra la misoginia aun existente, enquistada en los imaginarios, en las formas de sentir y pensar responsable de los “14.630 feminicidios ocurridos entre el 2002 y el 2011”,1 formas de sentir que además nos insensibilizan frente a la feminización de la pobreza, representada en el alto número de mujeres con trabajos informales, trabajo por fuera de las nóminas, la triple jornada, trabajos menos remunerados y las mujeres dedicas a las labores domésticas que en años deambularan por las calles sin pensión, ni seguridad social. Aceptando como inexorable la negligencia de un Estado patriarcal que no se preocupa por garantizar los derechos históricamente conquistados, en aras de construir condiciones que posibiliten una transformación cultural donde se materialice la equidad de géneros, se rompan las violencias instauradas y generemos una PAZ sostenible.


Las mujeres comunistas, a propósito de este 8 de marzo, llamamos al conjunto de nuestro partido, a los simpatizantes y demócratas del país a fortalecer el compromiso político y militante con las causas de las mujeres, que no son otras que las tan anheladas condiciones materiales para la digna vida, una sociedad justa, el respeto y reconocimiento de la diversidad.




Pagina 2 de la separata


Diálogos al Calor del Marxismo y Feminismo

“El marxismo nación como una teoría de la emancipación humana,y con la misma inspiración nació el feminismo” Fanny Edelman

Por: Magda Alberto y Francy Franco

En nuestro camino de búsqueda y construcción del proyecto comunista, las mujeres hemos transitado, por múltiples discusiones, elaboraciones practicas y teóricas, sobre los contenidos mismos de la emancipación de la humanidad, ello nos ha exigido avanzar en la apropiación de los desarrollos diversos del feminismo como apuesta emancipadora.
En éste transitar hemos tenido la fortuna de encontrarnos con las reflexiones de una mujer comunista argentina, Fanny Edelman, que vivió en el seno de su partido las contradicciones dialécticas de los que significa construir un proyecto político, que trascienda, al aspirar cambiar de raíz el fundamento de las relaciones sociales actuales.


Esta comunista expresa en su voz, y en su historia marcada por los acontecimientos del siglo XX, la relevancia que tiene para el proyecto comunista, asumir el marxismo desde una reflexión feminista, invitándonos a consideraciones para nuestra praxis política tales como: “Entiendo que somos feministas las mujeres y varones que consideramos a la mujer una sujeta social total, protagonista de la historia y de la sociedad. Pueden no ser feministas las y los comunistas, las y los marxistas?” Fanny Edelman


A propósito de dicha consideración las mujeres del PCC, no encontramos las contradicciones que entre feminismo y marxismo tanto anuncian algunas y algunos camaradas, para nosotras que hemos construido una práctica política, que reivindicamos recreadora del marxismo, el feminismo expresa dicha realización, pues nos permite sistematizar un desarrollo del marxismo desde el particular desarrollo histórico de las mujeres.


En dicho desarrollo el patriarcado como sistema ideológico, político y cultural, que ha oprimido en especial el cuerpo y espíritu de las mujeres, se configura en uno de los bastiones a derrumbar para la consecución de la libertad de las mujeres y la posibilidad de una real sociedad socialista. Al respecto Fanny Edelman nos recuerda: ““Nuestro combate por protagonizar junto al hombre la vida política económica social y cultural de nuestros pueblos, se trata de un combate muy arduo contra el poder patriarcal, paradigma de la desigualdad.” fanny edelman


Siendo la desigualdad uno de los principales retos a superar en la perspectiva de poder de los y las comunistas, las mujeres del partido consideramos que es vital para la vida del PCC, asumir una lucha frontal contra el patriarcado, en defensa de la vida y derechos de las mujeres, para ello el PCC y cualquier proyecto que se reclame emancipador necesita beber de las fuentes del feminismo.


Las mujeres comunistas entendemos el feminismo en sentido marxista, en sentido socialista, como un movimiento Político Histórico que ha planteado la lucha contra el patriarcado sustento del desarrollo de la sociedad de clases, en nuestro caso la relación capitalista que le ha significado a las mujeres en particular y a la sociedad en general naturalizar la explotación y el marginamiento sobre la vida y construcción del ser mujer, ahondando las desigualdades, la inequidad y especialmente la segregación sexista como mecanismo de dominación.


Hemos realizado una rica lectura de la experiencia de Fanny Edelman, por ello les invitamos a no eximirse de esta valiosa lectura, que mas que una entrevista, es una historia de vida y práctica política que ponemos en sus manos.  “Marxismo y Feminismo” Fanny Edelman.



“Mujeres contra la Guerra, Mujeres contra el Capital, Mujeres contra el machismo,
contra el terrorismo paramilitar”




Pagina Tercera de la separata
Articulo de Gloria Ines sobre Feminicidio

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Por: Dpto. Nacional de Mujeres,

Géneros y Diversidad Sexual PCC


A propósito de los diálogos de Paz que se vienen adelantando en la Habana Cuba, entre el gobierno colombiano y las FARC EP, las mujeres que siempre hemos sido, -aun en el marco de las invisilizaciones-, promotoras de las distintas propuestas de paz, y de una búsqueda política de la misma, a lo largo de la historia, hemos confluido en un escenario de articulación política de distintas formas de resistencia y concepción del mundo desde las mujeres.


De esta manera en una práctica política coherente con la construcción de paz, las mujeres nos hemos llamado alrededor de la mesa nacional de Mujeres por la Paz, para incidir, acompañar y proponer un horizonte de trabajo que posibilite la participación efectiva de las mujeres en el acuerdo de PAZ.


En este marco mujeres comunistas hemos aportado a la construcción de este espacio propugnado porque la organización de las mujeres y su movilización social y política por la paz, pueda desarrollarse en cada rincón del país, reconociendo la diversidad de las mujeres y reflexionando sobre los especiales impactos que tiene la guerra en los cuerpos y vidas de las mujeres, por ello la Paz para las mujeres no puede ser solo una aspiración, es fundamentalmente un reto que implica garantizar las condiciones materiales para la vida digna.


Sobre la base de los lineamientos de unidad política que se expresan en la declaración de conformación de MUJERES POR LA PAZ, invitamos al conjunto del pueblo colombiano a acompañar las iniciativas de movilización y construcción organizativa para la paz que venimos proponiendo las mujeres. Hemos propuesto la consolidación regional del proceso MUJERES por la PAZ que permita el impulso y realización de constituyentes de mujeres por la paz, y nos genere las condiciones para una Marcha Nacional de MUJERES por la PAZ hacia mediados de septiembre del año en Curso.

   
HUELGA
Gioconda Belli
Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.

Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel, los colegios
el bus, los hospitales
la carretera, los puertos.

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.


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