viernes, 28 de noviembre de 2008

JOSE RODRIGO, militó con el corazón y con la fogosidad



JOSE RODRIGO, embargado en la tristeza tras cinco meses y 23 días del asesinato de su gran amor, MARIA MERCEDES, caminaba solo hacia su apartamento, donde lo esperaban dos de sus cuatro primaveras, PAOLA y TANIA MARINELLA, de 9 y 7 años respectivamente, junto a su compañera de ese entonces y su pequeña hija DIANA.

La tristeza le llevaba sus pasos por una de las calles de la ciudad de Villavicencio. Entraba ya la noche, ya estaba próximo a llegar a su morada, cuando en el interior de la vivienda, PAOLA y TANIA MARINELLA escucharon varios disparos y presintiendo lo peor empezaron a llorar y a gritar “mataron a mi papá”.

Han pasado 16 años desde aquel jueves 26 de noviembre, cuando JOSE RODRIGO GARCIA OROZCO fue asesinado por cuatro hombres de la estrategia militar encubierta, dos agentes del F-2 de la Policía y dos paramilitares, Arnulfo Castillo Agudelo, conocido como “Rasguño” y un hermano de éste conocido como “Puntillón”, de las estructuras militares del ganadero Víctor Carranza Niño.
JOSE RODRIGO, militó con el corazón y con la fogosidad que lo caracterizaba denunció cada uno de los crímenes contra los militantes de la Unión Patriótica en la región del Meta. Se empecinó en que se supiera la verdad, en evidenciar la responsabilidad de la Fuerza Pública en el asesinato de la madre de sus cuatro hijas, del gran amor de su vida. En sus escritos dejó plasmada la temeridad, unida en todo momento a la tristeza y al amor:

“En mis duras faenas, os amo pequeñas mías. Mi mejor muestra de este amor, es mi propia entrega por vuestro futuro y vuestros amiguitos y amiguitas del mundo. Cuánto os amo! J.R.G.”

“Al morir, no tendré tiempo de decir nada. Es por esto que dejo escrito: Mi vida fue el amor. Mi amor fue la libertad y la paz. Salud a los que aman! José Rodrigo.”

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