Ginebra, abril 15 (Subcomité Colombia-Ginebra). En Colombia desde la época de las luchas populares de los esclavos, indígenas y los patriotas independentistas, pasando por la etapa de los rebeldes, hasta la actual de los denominados por el Estado como “terroristas”, el tratamiento político - jurídico que se le ha dado a quienes en ejercicio de su legitimo derecho a la resistencia y la rebelión, se han levantado, contra el Estado opresor en sus distintas épocas, ha sido definido por los detentadores del poder para la defensa de sus mezquinos intereses de clase.
Pese a todas las tramas semánticas lo único cierto es que en el país desde hace bastante tiempo han existido y existe un conflicto político-militar que tiene sus únicas causas en las insuperables y crónicas desigualdades económicas, políticas y sociales del país, y por ende existen los pres@s políticos como clara expresión de la rebeldía popular y de la represión estatal que intenta por todos los medios acallar la voz del pueblo.
La cárcel, como parte del aparato represivo del Estado busca quebrantar la moral, la convicción y los ideales de los luchadores populares pretendiendo con ello desvirtuar la justeza de su lucha. Por otra parte la cárcel cumple con el papel de atemorizar y horrorizar al pueblo para que acepte las condiciones que le impone el actual orden y renuncie a sus anhelos de libertad y justicia.
Para nosotros, dentro del concepto del pres@s políticos ubicamos a todas aquellas personas que por razones de su pensamiento político-ideológico, o de sus actividades en particular en pro de los intereses del pueblo sea cual fuere su nivel de participación y compromiso, organizada o espontánea y en contravía con el actual sistema imperante en nuestro país, es víctima del aparato represivo judicial del Estado, en calidad de detenido, procesado o condenado.
Hoy en Colombia la cárcel se aplica a los combatientes de las fuerzas revolucionarias rebeldes, así como también de manera generalizada a todos aquellos que el régimen caracteriza como enemigos, entre ellos quienes hacen dentro del supuesto marco democrático colombiano, el ejercicio legal y legitimo de la protesta social. La cárcel se ha convertido en ley y por ende la resistencia social es justicia.
El oficio del revolucionario es difícil, riesgoso, de grandes sacrificios y sufrimientos, ser revolucionario, es un privilegio que le otorgan los pueblos a sus hombres y mujeres más conscientes y valerosos, en ellos depositan toda su confianza y sobre ellos, recae toda la responsabilidad en el cumplimiento cabal de los objetivos propuestos, hasta el logro definitivo de la victoria.
Por tanto, todas las personas, hombres y mujeres que protejan los intereses del pueblo, que luchen por su libertad, son merecedores del más profundo respeto, son meritorias de la mayor solidaridad y fraternidad, cuando las circunstancias y lugar lo requieran.
En cumplimiento de esta consigna, hoy hemos iniciado la publicación de este boletín que recoge algunas noticias, informaciones y documentos relacionados con la situación de nuestras compañeras y compañeros presos y presas políticos de Colombia.
Esperamos contar con sus valiosos aportes, así como con su colaboración para lograr la mayor difusión posible, buscando el mayor grado de solidaridad efectiva con nuestr@s compañer@s pres@s polític@s
Brigada juridica con los presos políticosde Arauca “Eduardo Umaña Mendoza”
El Comité Permanente por la defensa de los Derechos Humanos y la Asociación de Egresados de la Universidad Autónoma de Colombia (ASEFUAC), desarrollaran los días 25 y 26 de Abril, la brigada Jurídica “Eduardo Umaña Mendoza” para atender aspectos jurídicos y humanitarios con los pres@s polític@s en las ciudades de Arauquita y Arauca – Arauca.
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