Voz, abril 16 2008, página/15
Wilder Mejía Lazcarro, preso político recluido en la cárcel de Girón (Santander) fue agredido por el dragoneante del Inpec, Rueda E., en presencia del inspector Sáchica, quien guardó silencio ante los atropellos de su subalterno.
Según los organismos de derechos humanos, en cárceles colombianas es común que los guardias del Inpec atropellen a los presos políticos. En el caso de la cárcel de Palo Gordo de Girón los presos políticos temen que este tipo de violaciones de los derechos humanos se extiendan, además que es un riesgo que se sigan presentado los maltratos y los atropellos de la guardia penitenciaria.
Wilder Mejía Lazcarro, preso político recluido en la cárcel de Girón (Santander) fue agredido por el dragoneante del Inpec, Rueda E., en presencia del inspector Sáchica, quien guardó silencio ante los atropellos de su subalterno.
Según los organismos de derechos humanos, en cárceles colombianas es común que los guardias del Inpec atropellen a los presos políticos. En el caso de la cárcel de Palo Gordo de Girón los presos políticos temen que este tipo de violaciones de los derechos humanos se extiendan, además que es un riesgo que se sigan presentado los maltratos y los atropellos de la guardia penitenciaria.
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