viernes, 14 de diciembre de 2012

El 10 de diciembre, Día internacional de los derechos humanos, 300 militantes desfilaron esposados por las calles de Bruselas

 Por:   intalat.be
Lo hicieron sin temer por su vida o su libertad. ¿Qué quieren poner de manifiesto estas personas? Que se criminaliza a sus colegas en Filipinas, Guatemala o Colombia donde cada día están en peligro y son criminalizados por luchar por un cambio social, Intal hace parte de la Plataforma Stop the Killings, de la cual hacen parte más de de 70 organizaciones entre las cuales sindicatos, ONG y movimientos sociales. Todos se muestran solidarios con sus colegas. Denuncian la criminalización de los movimientos sociales en el Sur. Defender la justicia social ocasiona un verdadero peligro en numerosos países.




Muchos activistas, sindicalistas ,defensores de los derechos humanos desaparecen, otros son encarcelados debido a sus actividades sociales y políticas con montajes y falsas acusaciones. Los derechos y libertades de estas personas son desconocidos Las autoridades no ofrecen ninguna protección. ¡Al contrario! Se trata aquí de un problema estructural en el cual los responsables políticos utilizan la fuerza para intentar acallar toda crítica. Los nuevos discursos sobre los derechos humanos y la justicia social no son más que una pura fachada…


El lunes por la noche, 300 militantes a pesar del frío intenso, marcharon desde la estación Central hasta la plaza de la Moneda. Esta marcha fué recibida con mensajes de solidaridad.por parte de Ronny Leblon (Secretario General Central General ABVV-Waasland), Marijke Persoone (Adjunct Secretario General LBC) y Wim De Ceukelaire (M3M). Después de haber oído estos mensajes calurosos, se liberó simbólicamente a los participantes. Antes en el día, una delegación de la plataforma se dirigió al gabinete del Ministro Reynders.


Abogaron para que Bélgica exija en la medida de lo posible que la justicia en esos países lleve a cabo procesos justos para estas personas en Filipinas, Guatemala y Colombia y detener la criminalización de los movimientos sociales

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