Por: Luis Carlos Domínguez Prada*
Por qué el general Rubén Darío Alzate fue un prisionero de guerra.
A raíz de la captura por parte de las FARC del general del Ejército Rubén Darío Alzate, comandante de la zona de operaciones militares donde ocurrió el hecho, hemos tenido que volver a padecer el debate -recurrente en estos eventos sólo que ahora magnificado por la jerarquía del afectado-, sobre si el episodio responde a la captura de un enemigo en combate con su consecuente estatus de “prisionero de guerra” tal como lo reivindican las FARC, o si se trata de un vulgar delito común de “secuestro” en los términos de los artículos 168 y 169 del Código Penal Colombiano como con furia reclama el establecimiento, todo liderado por el estamento militar.
A raíz de la captura por parte de las FARC del general del Ejército Rubén Darío Alzate, comandante de la zona de operaciones militares donde ocurrió el hecho, hemos tenido que volver a padecer el debate -recurrente en estos eventos sólo que ahora magnificado por la jerarquía del afectado-, sobre si el episodio responde a la captura de un enemigo en combate con su consecuente estatus de “prisionero de guerra” tal como lo reivindican las FARC, o si se trata de un vulgar delito común de “secuestro” en los términos de los artículos 168 y 169 del Código Penal Colombiano como con furia reclama el establecimiento, todo liderado por el estamento militar.