A pocos días de cumplirse los 8 meses de detención ilegal en Venezuela, el cantor insurgente Julián Conrado ofrece declaraciones acerca del pronunciamiento de la Fiscal General venezolana, que recomienda su no extradición. Comenta también la reciente visita que le hizo el vice-cónsul de Colombia en Caracas; y las informaciones que posee sobre planes concretos para asesinarle aun estando preso en la DIM en Caracas. Igualmente, ofrece su análisis y punto de vista acerca de la situación de continuidad represiva; y por otro lado las propuestas de las FARC, y de los movimientos revolucionarios para la solución política del conflicto social y armado colombiano.
Julián Conrado sigue detenido pese a las declaraciones de la Fiscal, bajo un cúmulo de irregularidades jurídicas que las autoridades competentes venezolanas aun no terminan de resolver.
1. Transcripción de la entrevista
Julián Conrado:
"Quiero comentarles acerca del pronunciamiento de la fiscal de Venezuela, Luisa Ortega, ella hace un pronunciamiento que es lógico y ajustado a los acuerdos, leyes, tratados internacionales, principios, normas; otra cosa no se podía decir, decir otra cosa era desfasarse totalmente de lo que son los acuerdos, leyes, tratados internacionales, normas, principios éticos, principios bolivarianos, etc... la fiscal lo que ha dicho es que la extradición mía no procede.
Los abogados, las personalidades, la solidaridad en Venezuela y la solidaridad a nivel internacional siempre ha dicho que mi entrega no procede. Con las declaraciones de la fiscal ya se tiene una posición oficial. Además es una posición que ha sido muy aplaudida por la gente honesta de Venezuela y el mundo. Pero hasta ahora ese es el pronunciamiento y después de ese pronunciamiento no ha pasado nada más ni se ha dicho nada más, de cuando voy a ir a un tribunal, si es que voy a ir a un tribunal... seguramente como ese pronunciamiento se hace entrando ya las fiestas de navidad y año nuevo, pues aquí hay un receso, un receso largo: y estamos esperando lo que viene.(...)
Me llamó la atención la visita del vice-consul de Colombia(...). Yo del estado colombiano no me dejo hacer ninguna revisión médica porque el estado colombiano a mi me declaró objetivo militar. Y eso es algo que tiene que saber la opinión internacional, la gente honesta, los revolucionarios del mundo: que el estado colombiano, aún estando yo preso en Venezuela, tiene planes para asesinarme. Sé que hay planes para asesinarme acá. Entonces por eso acá hay unas medidas bien precisas para evitar que eso ocurra. Si eso es estando aquí, imagínate que tal si me llevan para allá. La gente honesta, la gente sincera que está mirando mi caso tiene que sacar esa conclusión, porque en concreto es esto: estando aquí el estado colombiano me quiere asesinar, hay informaciones serias sobre eso. Y si me llevan para allá: allá tienen todas las facilidades para asesinarme. Eso lo hemos denunciado desde el principio: mi extradición hacia Colombia o Estados Unidos es la tortura y la muerte. Yo estoy seguro de eso y se que los revolucionarios, de Colombia, de Venezuela, de América Latina y del mundo que conocen cómo es el estado colombiano, lo saben perfectamente.
En la actualidad en Colombia hay casi 8000 presos políticos y de esos ya han muerto varios; pero también sabemos que los desaparecidos son más. Los presos políticos son los que tiene la posibilidad de que los lleven a la cárcel y bueno... por lo menos los maten en una cárcel pero hay otros que nunca aparecen: ¡son miles, miles y miles!
Para entender esto de ahora hay que mirar un poquito la historia: para no irnos tan lejos analizar la historia a partir de 1928 cuando la masacre de las bananeras, que asesinaron a cerca de 32 mil personas entre obreros, familiares de los obreros, hijitos de los obreros; y luego lo que pasa tras el asesinato de Gaitán que deja más de 300mil muertos; luego el proceso de exterminio la Unión Patriótica (UP) que deja más de 5000 muertos, y después de la UP para acá es masacre, masacre y más mascare... eso es lo lógico de un sistema de explotación del hombre por el hombre, que no hay otra forma de mantenerlo que a través de la violencia: entonces nosotros vemos que en Colombia lo que hay es un despojo contra la gente humilde para beneficio de las transnacionales. Y eso es lo que se mantiene hasta ahora: no ha habido cambio.
El vice cónsul cuando vino me dijo: "que las cosas están cambiando"; pero a mi no me parece que esté cambiando nada. Acá en Venezuela cuando se hizo la reunión de la CELAC, le preguntan al presidente Santos que de qué manera creía él que podían ayudar a la solución política negociada del conflicto social y armado en Colombia, y Santos dijo que lo mejor era que no hicieran nada; están dispuestos a continuar con esta política de represión, de persecución, de tortura, de desaparición, de 'falsos positivos' contra la gente que reclama sus derechos en Colombia. Por lo que están diciendo, todo parece indicar que no están de acuerdo con la salida política negociada, sino que están dispuestos a continuar con la guerra. Que también se entiende que la guerra en Colombia es un negocio de la industria militar norteamericana para poder mantener ese negocio de venta de todo tipo de armas y de aparatos de terror y muerte que son los fusiles, los aviones, los helicópteros, las bombas. Si se acaba la guerra lógicamente se les acaba ese negocio, por lo menos en Colombia.
Y bueno, los revolucionarios como no tienen negocio de armas, sino que todo gira alrededor de un ideal hermoso de la paz con justicia y con amor, sí queremos que se acabe la guerra. Y lógicamente las FARC está pensando es en función de la Paz con justicia y con amor; por eso esa siempre ha sido la propuesta de las FARC -y eso no es de ahora-, y esa también es la propuesta de todos los movimientos revolucionarios en Colombia: la solución política al conflicto social y armado que allá existe.
Yo pienso que la única forma que eso se puede dar en Colombia es a través de la presión del pueblo, unido y organizado: el pueblo es quién tiene que utilizar su fuerza organizada para presionar a que se dé la solución política al conflicto; nadie más puede imponer eso en Colombia, es la fuerza del pueblo: el pueblo habla el pueblo manda. Pero el pueblo tiene que organizarse. Uno de los principales problemas en Colombia es la división. Bolívar en su época lo decía: 'la división es la que nos está matando'. El egoísmo es burgués; tiene que darse la unidad de las organizaciones.
En conclusión, en el caso mío, yo pienso que no hay otra salida que la de mi libertad y asilo político. Y en cuanto a la situación de la salida política al conflicto social y armado en Colombia, es que el pueblo mismo presione esa salida, y para que el pueblo tenga la fuerza suficiente para lograr eso, el pueblo tiene que unirse; y para que se una el pueblo, lógicamente que las organizaciones de izquierda, democráticas, políticas, sociales, ecológicas, artísticas, etc, tienen que unirse.”
2. Nota de contexto esencial: Venezuela se puede amparar en el DIH y no entregar a Julián Conrado
El cantor Julián Conrado está muy enfermo, ha sobrevivido a varios bombardeos, a leishmaniasis, a paludismos varios, está gravemente afectado de salud: por evidentes razones éticas y humanitarias corresponde el Asilo político y también el Asilo humanitario. El derecho internacional humanitario ampara este asilo.
La Convención Contra la Tortura impide entregar a un perseguido político a Colombia, un país en el que fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos: por tortura y denegación de asistencia médica(varios presos políticos empujados a la muerte en el 2011, y 2012). El estado colombiano es denunciado por la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y por la Coalición Contra la Tortura (CCCT) como un estado torturador: el informe de agosto 2011 de la CCCT es aterrador.
La Convención de Ginebra impide entregar a un combatiente, o perseguido político, además enfermo, y más cuando este ha solicitado asilo; corresponde que Venezuela le otorgue el asilo, y si no quiere hacerlo, que lo remita a un tercer país que sea efectivamente neutral. La propia constitución venezolana impide esta entrega: claramente si Julián Conrado es entregado, será otra ilegalidad más, aunque hayan tejido, mediáticamente, una apariencia de legalidad para cubrirse en este caso un poco más que lo que hicieron con el periodista Joaquín Pérez Becerra, que fue entregado en total ilegalidad, sin acceso alguno a abogados ni a defensa. Se espera que en el caso del cantor Julián Conrado el derecho a defensa sea más que una apariencia, y que pronto las autoridades venezolanas se apeguen a la legalidad, respetando el DIH que impide entregar al cantor al gobierno colombiano.
El Fiscal no le imputó ningún delito a Julián en Venezuela: por lo cual si se respetara la legalidad hoy debería estar libre. Su situación es preocupante. Sus abogados han denunciado la ilegalidad operada desde Colombia, y también las ilegalidades en Venezuela. El manejo ilegal de la humanidad de los perseguidos políticos por parte de la colaboración de fuerzas represivas colombianas y venezolanas, es grave pues desemboca la mayoría de las veces en entregas de perseguidos políticos, en las que éstos son privados de todos sus derechos, y entregados a un estado torturador como el colombiano. Se cuentan ya por decenas los perseguidos políticos entregados de manera ilegal al régimen colombiano por parte de Venezuela: han sido entregados incluso varios heridos y enfermos en violación al DIH. La cacería humana que implementa el régimen colombiano, bajo las directrices estadounidenses, es una medida de guerra sucia contra la población. Que no sea entregado el cantor Julián Conrado a una tortura segura. Que no sea acallado el cantor en Colombia, o en EEUU. Pedimos a todos los medios alternativos, a todo ser humano consciente, que ayude a informar del tema.
Rebelión
Julián Conrado sigue detenido pese a las declaraciones de la Fiscal, bajo un cúmulo de irregularidades jurídicas que las autoridades competentes venezolanas aun no terminan de resolver.
1. Transcripción de la entrevista
Julián Conrado:
"Quiero comentarles acerca del pronunciamiento de la fiscal de Venezuela, Luisa Ortega, ella hace un pronunciamiento que es lógico y ajustado a los acuerdos, leyes, tratados internacionales, principios, normas; otra cosa no se podía decir, decir otra cosa era desfasarse totalmente de lo que son los acuerdos, leyes, tratados internacionales, normas, principios éticos, principios bolivarianos, etc... la fiscal lo que ha dicho es que la extradición mía no procede.
Los abogados, las personalidades, la solidaridad en Venezuela y la solidaridad a nivel internacional siempre ha dicho que mi entrega no procede. Con las declaraciones de la fiscal ya se tiene una posición oficial. Además es una posición que ha sido muy aplaudida por la gente honesta de Venezuela y el mundo. Pero hasta ahora ese es el pronunciamiento y después de ese pronunciamiento no ha pasado nada más ni se ha dicho nada más, de cuando voy a ir a un tribunal, si es que voy a ir a un tribunal... seguramente como ese pronunciamiento se hace entrando ya las fiestas de navidad y año nuevo, pues aquí hay un receso, un receso largo: y estamos esperando lo que viene.(...)
Me llamó la atención la visita del vice-consul de Colombia(...). Yo del estado colombiano no me dejo hacer ninguna revisión médica porque el estado colombiano a mi me declaró objetivo militar. Y eso es algo que tiene que saber la opinión internacional, la gente honesta, los revolucionarios del mundo: que el estado colombiano, aún estando yo preso en Venezuela, tiene planes para asesinarme. Sé que hay planes para asesinarme acá. Entonces por eso acá hay unas medidas bien precisas para evitar que eso ocurra. Si eso es estando aquí, imagínate que tal si me llevan para allá. La gente honesta, la gente sincera que está mirando mi caso tiene que sacar esa conclusión, porque en concreto es esto: estando aquí el estado colombiano me quiere asesinar, hay informaciones serias sobre eso. Y si me llevan para allá: allá tienen todas las facilidades para asesinarme. Eso lo hemos denunciado desde el principio: mi extradición hacia Colombia o Estados Unidos es la tortura y la muerte. Yo estoy seguro de eso y se que los revolucionarios, de Colombia, de Venezuela, de América Latina y del mundo que conocen cómo es el estado colombiano, lo saben perfectamente.
En la actualidad en Colombia hay casi 8000 presos políticos y de esos ya han muerto varios; pero también sabemos que los desaparecidos son más. Los presos políticos son los que tiene la posibilidad de que los lleven a la cárcel y bueno... por lo menos los maten en una cárcel pero hay otros que nunca aparecen: ¡son miles, miles y miles!
Para entender esto de ahora hay que mirar un poquito la historia: para no irnos tan lejos analizar la historia a partir de 1928 cuando la masacre de las bananeras, que asesinaron a cerca de 32 mil personas entre obreros, familiares de los obreros, hijitos de los obreros; y luego lo que pasa tras el asesinato de Gaitán que deja más de 300mil muertos; luego el proceso de exterminio la Unión Patriótica (UP) que deja más de 5000 muertos, y después de la UP para acá es masacre, masacre y más mascare... eso es lo lógico de un sistema de explotación del hombre por el hombre, que no hay otra forma de mantenerlo que a través de la violencia: entonces nosotros vemos que en Colombia lo que hay es un despojo contra la gente humilde para beneficio de las transnacionales. Y eso es lo que se mantiene hasta ahora: no ha habido cambio.
El vice cónsul cuando vino me dijo: "que las cosas están cambiando"; pero a mi no me parece que esté cambiando nada. Acá en Venezuela cuando se hizo la reunión de la CELAC, le preguntan al presidente Santos que de qué manera creía él que podían ayudar a la solución política negociada del conflicto social y armado en Colombia, y Santos dijo que lo mejor era que no hicieran nada; están dispuestos a continuar con esta política de represión, de persecución, de tortura, de desaparición, de 'falsos positivos' contra la gente que reclama sus derechos en Colombia. Por lo que están diciendo, todo parece indicar que no están de acuerdo con la salida política negociada, sino que están dispuestos a continuar con la guerra. Que también se entiende que la guerra en Colombia es un negocio de la industria militar norteamericana para poder mantener ese negocio de venta de todo tipo de armas y de aparatos de terror y muerte que son los fusiles, los aviones, los helicópteros, las bombas. Si se acaba la guerra lógicamente se les acaba ese negocio, por lo menos en Colombia.
Y bueno, los revolucionarios como no tienen negocio de armas, sino que todo gira alrededor de un ideal hermoso de la paz con justicia y con amor, sí queremos que se acabe la guerra. Y lógicamente las FARC está pensando es en función de la Paz con justicia y con amor; por eso esa siempre ha sido la propuesta de las FARC -y eso no es de ahora-, y esa también es la propuesta de todos los movimientos revolucionarios en Colombia: la solución política al conflicto social y armado que allá existe.
Yo pienso que la única forma que eso se puede dar en Colombia es a través de la presión del pueblo, unido y organizado: el pueblo es quién tiene que utilizar su fuerza organizada para presionar a que se dé la solución política al conflicto; nadie más puede imponer eso en Colombia, es la fuerza del pueblo: el pueblo habla el pueblo manda. Pero el pueblo tiene que organizarse. Uno de los principales problemas en Colombia es la división. Bolívar en su época lo decía: 'la división es la que nos está matando'. El egoísmo es burgués; tiene que darse la unidad de las organizaciones.
En conclusión, en el caso mío, yo pienso que no hay otra salida que la de mi libertad y asilo político. Y en cuanto a la situación de la salida política al conflicto social y armado en Colombia, es que el pueblo mismo presione esa salida, y para que el pueblo tenga la fuerza suficiente para lograr eso, el pueblo tiene que unirse; y para que se una el pueblo, lógicamente que las organizaciones de izquierda, democráticas, políticas, sociales, ecológicas, artísticas, etc, tienen que unirse.”
2. Nota de contexto esencial: Venezuela se puede amparar en el DIH y no entregar a Julián Conrado
El cantor Julián Conrado está muy enfermo, ha sobrevivido a varios bombardeos, a leishmaniasis, a paludismos varios, está gravemente afectado de salud: por evidentes razones éticas y humanitarias corresponde el Asilo político y también el Asilo humanitario. El derecho internacional humanitario ampara este asilo.
La Convención Contra la Tortura impide entregar a un perseguido político a Colombia, un país en el que fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos: por tortura y denegación de asistencia médica(varios presos políticos empujados a la muerte en el 2011, y 2012). El estado colombiano es denunciado por la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y por la Coalición Contra la Tortura (CCCT) como un estado torturador: el informe de agosto 2011 de la CCCT es aterrador.
La Convención de Ginebra impide entregar a un combatiente, o perseguido político, además enfermo, y más cuando este ha solicitado asilo; corresponde que Venezuela le otorgue el asilo, y si no quiere hacerlo, que lo remita a un tercer país que sea efectivamente neutral. La propia constitución venezolana impide esta entrega: claramente si Julián Conrado es entregado, será otra ilegalidad más, aunque hayan tejido, mediáticamente, una apariencia de legalidad para cubrirse en este caso un poco más que lo que hicieron con el periodista Joaquín Pérez Becerra, que fue entregado en total ilegalidad, sin acceso alguno a abogados ni a defensa. Se espera que en el caso del cantor Julián Conrado el derecho a defensa sea más que una apariencia, y que pronto las autoridades venezolanas se apeguen a la legalidad, respetando el DIH que impide entregar al cantor al gobierno colombiano.
El Fiscal no le imputó ningún delito a Julián en Venezuela: por lo cual si se respetara la legalidad hoy debería estar libre. Su situación es preocupante. Sus abogados han denunciado la ilegalidad operada desde Colombia, y también las ilegalidades en Venezuela. El manejo ilegal de la humanidad de los perseguidos políticos por parte de la colaboración de fuerzas represivas colombianas y venezolanas, es grave pues desemboca la mayoría de las veces en entregas de perseguidos políticos, en las que éstos son privados de todos sus derechos, y entregados a un estado torturador como el colombiano. Se cuentan ya por decenas los perseguidos políticos entregados de manera ilegal al régimen colombiano por parte de Venezuela: han sido entregados incluso varios heridos y enfermos en violación al DIH. La cacería humana que implementa el régimen colombiano, bajo las directrices estadounidenses, es una medida de guerra sucia contra la población. Que no sea entregado el cantor Julián Conrado a una tortura segura. Que no sea acallado el cantor en Colombia, o en EEUU. Pedimos a todos los medios alternativos, a todo ser humano consciente, que ayude a informar del tema.
Rebelión
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