Presos políticos de la cárcel Picaleña denuncian atropellos
Por Nelson Lombana Silva
Los presos políticos de la cárcel Picaleña de la ciudad de Ibagué, Tolima, dirigieron una carta al comité de solidaridad con los presos políticos, en la cual denuncian los atropellos de que vienen siendo objeto por parte de las autoridades carcelarias. En su nota, los presos políticos demandan la presencia inmediata de organismos defensores de derechos humanos y del Estado, con el fin de verificar lo planteado en ésta y que se tomen correctivos en la mayor brevedad posible.
políticos con delincuentes y paramilitares. La salud no se presta y la carestía la imponen los carceleros. Son entre otras las imputaciones que hacen en la misiva. La carta dice textualmente:
Señores integrantes del comité de solidaridad con los presos políticos: Reciban nuestro fraternal saludo, deseándoles éxitos en su cotidianidad. El colectivo de presos políticos de la cárcel de Picaleña y prisioneros de guerra; frente a la noticia de levantar parcialmente el bloqueo económico que el imperio norteamericano le impuso al pueblo Cubano por tanto tiempo, deseamos manifestar.
1º Que este levantamiento obedece a la posición digna del pueblo Cubano que nunca pudo ser doblegado por el poder imperialista en su criminal e injusta determinación en contra del humilde, glorioso y valeroso pueblo Cubano.
2º. Que es además demostración de la crisis del capitalismo salvaje que se resquebraja y tiene que adoptar cada día posiciones más democráticas que se hacen contra el socialismo propuesto por los frentes insurgentes en el mundo y en colombia por los frentes de izquierda y particularmente por las farc – ep y el partido comunista.
3º. Felicitamos al pueblo Cubano en cabeza de su dirigencia y en especial a esa leyenda viviente que es el comandante Fidel Castro Ruz.
4º. Nos comprometemos a seguir luchando por el socialismo, en contra de un gobierno que va en contravía de la historia marchando criminalmente por orden del paramilitar Álvaro Uribe Vélez.
Solicitamos su presencia y la de la procuraduría, defensoría, cruz roja, para que se informen de lo que está pasando en materia de restricciones: No dejan entrar alimentos con la visita, sino la porción del visitante; si a alguien de la visita le decomisan dinero o algo ilegal, al interno lo sacan del patio castigado por meses a no tener derecho a no ser visitado por ningún familiar o amigo; prohíben la entrada de gaseosas dos litros y medio que vale $2.800,oo obligando al personal a comprar cuatro gaseosas pequeñas que equivale a la misma cantidad del producto pero a un costo de $6.000,oo pesos, o sea, que se dobla el precio del producto; dentro del patio venden toda clase de alimentos, o sea, que existe un monopolio inclemente perjudicando a la inmensa mayoría de internos que no tienen como comprar; a las personas más capacitadas que asumen la disciplina, control y organización dentro de los diferentes patios, como pago por los traslados a las cárceles de alta seguridad; la salud oral no se está prestando en prevención como curetajes, detastraje, profilaxis, tratamientos de conductos, por tal motivo se van perdiendo los dientes y el personal va quedando desdentado, total y parcialmente porque por pordioseros; la salud en general su atención no es la mejor; tenemos considerable hacinamiento; hay enfermos con tuberculosis y con sida que ponen en alto riesgo a los demás internos como tal son inclementes normas carcelarias.
Como internos y reclusos somos víctimas de estas medidas, pero es más criminal el castigo a que son sometidos nuestros hijos y familiares como consecuencia a los reclusos y a sus familiares.
Solicitamos acceso a estudio y trabajo, reducción de condenas, es decir, resocialización y refamiliarización.
El patio ocho fue asignado a los prisioneros de guerra y a los presos políticos, pero eso no lo están cumpliendo pues los tienen distribuidos en diferentes patios donde tienen que pagar por las salidas y a su vez corren peligro pues son revueltos con delincuentes y paramilitares.
Exigimos la verificación en el patio ocho y así poder exigir los mismos derechos que están consignados en la ley de justicia y paz.
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