lunes, 26 de abril de 2010

Derechos humanos en la cárcel de Picaleña en Ibagué

Por Nelson Lombana Silva

La criminal burguesía so pretexto de no perder sus intereses acude a los hechos más insólitos y macabros. Construye fortalezas en las condiciones más inhumanas con el propósito de atemorizar y castigar a quien intente luchar por destruir ese imperio de maldad e injusticia social.

La penitenciaría de Picaleña, cárcel de máxima seguridad, orden expresa de los Estados Unidos, nada tiene que ver con el proyecto original de la supuesta resocialización. Todo lo contrario. Aún cuando todavía no está en funcionalidad, se anuncia perversas medidas.

No se respeta el origen de los seres humanos que por una u otra razón se encuentran detenidos. Todos se encuentran literalmente “revueltos”, señala el prestigioso abogado, Rafael Aguja Sanabria.

Se restringe el agua a solo media hora diaria. Hay hacinamiento y las posibilidades de los internos ir al médico, tener acceso a la droga oportunamente, son muy escasas. Muchos tienen que esperar un golpe de suerte. No es posible ofrecer las garantías para el detenido presentar la super vivencia, tampoco para leer. A pesar de la extrema “seguridad” todo se encuentra dentro, quizás por obra y gracia del espíritu santo.

Ingresar a visitar un interno es toda una odisea. Hay que pasar once anillos de seguridad, donde las requisas son minuciosas, hostigantes e incluso, degradantes. “Esa vieja, me tocaba y me tocaba las tetas sin pudor alguno”, dijo una visitante. “A mí me tocó bajarme la sudadera casi hasta las rodillas y estirar el boxer hasta mostrárselo”, dijo por su parte un visitante.

No dejan pasar frutas. La comida la revuelven una y otra vez. Por la falta de una simple cuchara plástica devuelven la visita sin importar que venga de otro departamento. “Si le gusta así, bien; si no, de malas”, es la frase reiterativa. Obligan a los visitantes a hacer largos y escabrosos recorridos sin necesidad alguna. No hay respeto por los presos políticos.

“Eso no es nada, dijo un guardián de aspecto joven, ahora que pasen a este nuevo edificio todo cambiará. Solo entra el visitante. Nada puede traer. Debe permanecer solo una hora y hablará a través de una reja. La visita conyugal será de 45 minutos”. “¿No permitirán el ingreso de comida?”, preguntó un visitante boquiabierto. “No”, dijo el guardián dibujando una sonrisa socarrona.

En menos de un mes se ha presentado dos intoxicaciones masivas. Ayer fue la más reciente. La televisión habla de 350 internos afectados. Pero, en realidad nadie puede decir con certeza la cantidad y la magnitud, pues el hermetismo es casi total y los comunicados oficiales carecen de veracidad, en su inmensa mayoría.

La cárcel es un mundo borrascoso, donde nadie se resocializa porque ese no es el objetivo, el objetivo es atemorizar, amedrentar para que todo siga como está: El rico más rico y el pobre más pobre. Es la dura verdad.

Todo es terrible allí. Pero, resulta más deprimente saber que tales inhumanas medidas no son fruto de la originalidad del colombiano, son las órdenes expresas del tío sam, los Estados Unidos. “Ni siquiera en eso somos originales”, dijo un visitante apesadumbrado. “Qué vamos a ser originales con el presidente Álvaro Uribe, dijo el visitante adentrado en años y de mirada pueril, él no tiene los pulmones en este país, mucho menos el corazón. Todo él, enterito está en ese país imperial”.

Por supuesto, en la cárcel de Picaleña de la ciudad de Ibagué, Tolima, se violan constantemente los derechos humanos, la dignidad de las personas. Incluyendo, los que están allí siendo inocentes o llevan tanto tiempo sin ser sentenciados o definida su situación jurídica.

Sin embargo, hay presos políticos que dicen sin ambages: “Aprisionarán el cuerpo pero no las ideas de libertad y justicia social para todos. Si no somos nosotros, serán otros los que se harán a la lucha revolucionaria. Los procesos siguen su curso y algún día será mañana”.

Mientras esto sucede, el grito taciturno que brota de esas paredes húmedas, grises y nauseabundas son: Solidaridad. Conciencia de clase. Denuncia. Unidad. Resistencia popular. No todos son tan malos como dicen los medios de la burguesía. Claro, hay de todo.

Ibagué, abril 26 de 2010

Aclarado crimen de militante de la Juventud Comunista


En la audiencia de versión Libre de los paramilitares CARLOS FERNANDO MATEUS alias PAQUITA y EVERALDO BOLAÑOS GALINDO quienes sembraron el terror en la zona de El Caguán, Los Andaquíes y Florencia en el Caquetá, audiencia celebrada en el marco del proceso de “Justicia y Paz” los días 14, 15 y 16 de Abril en curso en Bogotá, se obtuvo la confesión de dos crímenes de militantes comunistas, entre ellos el del dirigente de la Juco JOHN JAIRO BERMÚDEZ MARÍN desparecido en la población de Curillo – Caquetá- el seis de Octubre de 2002 donde realizaba trabajo político, y de quien no se tenía noticia alguna.

Mateus Moralez y Bolaños Galindo confesaron el asesinato del joven comunista, sólo que no dieron razón del sitio donde fue arrojado su cadáver, por lo cual el estatus de la víctima sigue siendo el de desaparecido. También aceptaron “por cadena de mando”, el asesinato de los militantes comunistas LUIS ANTONIO OMER y N. QUIROZ comerciante de carne en El Paujil. Por estos dos hechos esperan condena en un juzgado especializado de Popayán donde se adelanta el juicio. Según los postulados a Justicia y Paz, el autor material de los crímenes fue el paramilitar Martín Alonso Hoyos alias Brayan. Lamentablemente, las condenas que se profieran por estos casos, sean cuales sean, quedarán subsumidas en el tope de ocho años que contempla lay 975 para los paramilitares que se sometan a ella.

A su vez, el señor Fiscal informó en la audiencia para conocimiento del representante del Partido Comunista en la sala de víctimas, que por crímenes del paramilitarismo en el Caquetá hay 3 condenas por cuatro homicidios, que cobijan a RADHOMIR RAMIREZ TRUJILLO a. TRIBILÍN.

La audiencia fue presidida por el Fiscal 25 Delegado ante el Tribunal de Justicia y Paz Dr. Juan Carlos López Goyeneche, quien hizo a los postulados las preguntas presentadas por el abogado LUIS CARLOS DOMÍNGUEZ PRADA, apoderado del Partido Comunista Colombiano en el proceso, colectivo victimizado por la estrategia paramilitar del Estado.

miércoles, 7 de abril de 2010

Vea las condiciones de insalubridad y hacinamiento en las que viven los presos en Colombia




PRIMER VIDEO: Vea las condiciones de insalubridad y hacinamiento en las que viven los presos en Colombia: estas condiciones les generan enfermedades y muerte. Cárcel de la Picota



Vea cómo el Estado colombiano aplica la tortura: priva de asistencia médica a enfermos terminales, y deja la gangrena comer las heridas de los presos, quiénes viven en unas condiciones de insalubridad dramáticas

martes, 6 de abril de 2010

Seguridad Democrática ? Saña del Estado terrorista contra preso político



Diomedes Meneses Carvajalino, preso político que en la actualidad se encuentra en huelga de hambre en la prisión de Palo Gordo.